¿Es la final soñada?
- Alejandro Castillo
- 5 abr 2019
- 3 Min. de lectura
CONCACAF Liga de Campeones. ¿Qué pensamos cada vez que escuchamos o leemos esto? ¿Será que vale la pena el esfuerzo para el reconocimiento? ¿Será que solamente se juega para jugar el Mundial de Clubes del otro lado del mundo? No sabemos que quieren las instituciones, pero sí sabemos que año con año pelean por este título, sea el objetivo que sea el que quieran cumplir. Ahora bien, ¿de verdad existe tanto dominio de México en este torneo? México lleva 12 años seguidos (desde 2006) representando a CONCACAF en el Mundial de Clubes. Estos números son extremadamente acentuados cada vez que se comenta si es obligación para los equipos mexicanos conquistar el título del continente.
Ahora bien, en México el fútbol ha tenido una característica singular estos últimos años, y es que los equipos ubicados en el estado de Nuevo León han demostrado poder competir contra los grandes históricos, como lo son América, Guadalajara o Pumas. Monterrey y Tigres han ganado más títulos en esta última década que muchos equipos en toda su historia. ¿Esto los hace grandes? ¿Esto los obliga a competir y a ganar la CONCACAF? La respuesta a esto es sí. No solo para Tigres y Monterrey, sino para cualquier equipo mexicano, ganar el torneo de confederación es una obligación. ¿Por qué? Porque es tradición, porque el fútbol mexicano tiene un nivel muy superior a los demás países de la región, incluyendo a Estados Unidos. Las nóminas de los equipos mexicanos que compiten en CONCACAF normalmente no pueden compararse con ninguna otra de centro y Norteamérica (incluso ni con algunas de CONMEBOL).

3 de 4 semifinalistas de la edición de este año son mexicanos. Los partidos de ida ya se jugaron, los dos en Nuevo León: Uno en San Nicolás de los Garza en el que, un Tigres sin André-Pierre Gignac, demostró que no necesita la presencia del astro francés en el terreno de juego para poder ser dominante e intimidar al rival. Tigres venció a Santos 3-0 en un partido que el equipo de La Laguna no metió las manos. Un partido en el que Ener Valencia y ‘Lalo’ Vargas demostraron que al igual que Gignac, pueden ser determinantes y acabar con una eliminatoria en 90 minutos. Aún queda un juego en el Estadio Corona (TSM), pero Santos sin técnico, tras haber despedido a Salvador Reyes, tendrá que hacer una hazaña monumental para darle la vuelta al equipo de Ricardo Ferretti, que tras 26 años entrenando, y con esa experiencia, será muy difícil de vencer.
La segunda semifinal se jugó en Guadalupe, Nuevo León. Monterrey enfrentó al Sporting Kansas City, que no solo venció en cuartos de final, sino aplastó al Toluca de Hernán Cristante. Parecía una gran hazaña de los estadounidenses, pero en el momento en el que enfrentas a un equipo como Monterrey, todo es diferente. Monterrey no es Toluca y le ganó 5-0 a los de Estados Unidos. Diego Alonso ha hecho un trabajo magnífico con Rayados, y podría ser tal vez, el mejor entrenador en los últimos 3 años que ha visto el fútbol mexicano. Monterrey puede darse el lujo de tener en la banca a Miguel Layún, Maxi Meza, y Leonel Vangioni, que aunque estos tres entraron en el segundo tiempo, el partido estaba definido, ninguno entró a apagar ningún fuego. Monterrey tiene armas como Dorlán Pabón y Avilés Hurtado por las bandas, quienes son extremadamente verticales y tienen un gran disparo a portería, una defensa central conformada por Nico Sánchez y José María Basanta, que puede competir sin problemas contra los mejores delanteros de la liga (al igual que la de Tigres con Salcedo y Ayala); pero el arma más importante de Monterrey se llama Rogelio Funes Mori. El argentino está jugando un fútbol de otra liga, tiene una manera muy particular de pelear los balones por arriba, que hace que termine ganando la mayoría, mete goles (es su función de delantero centro), pero principalmente la función que hace de ‘poste’ para habilitar a Avilés, Pizarro o Pabón, es fenomenal.
Las semifinales están prácticamente definidas, aún quedan 90 minutos que jugar de visitantes para los regiomontanos, pero Alonso y Ferretti no menosprecian, y saldrán con todas sus mejores armas a pesar de tener las eliminatorias casi liquidadas. El nivel de estos equipos está en otra liga. Ninguno se guardará nada en los partidos de vuelta, y siguen siendo de los 4 favoritos para ganar el Clausura 2019. En caso que ambos logren avanzar, ¿es por fin esta la final de CONCACAF soñada?
Comments