No hay un claro favorito
- Alejandro Castillo
- 3 dic 2018
- 2 Min. de lectura
Culminaron los cuartos de final de la Liguilla. Emociones, acrobacias, gritos ahogados y goles son unas de las tantas cosas que nos regaló esta primera fase de la recta final del torneo de Apertura de la Liga Bancomer MX.
Cruz Azul se impuso a los Gallos Blancos en La Corregidora, dominando el partido los 90 minutos como han acostumbrado tras 17 semanas seguidas, para que un empate a uno les baste y se clasifiquen a semifinales de la fiesta grande. Pablo Aguilar sigue demostrando ser el defensa más peligroso de la liga, hablando ofensivamente, y uno de los jugadores más complicados de evadir, hablando de sus habilidades defensivas.
A pesar de estar eliminado, Querétaro demostró ser un equipo competidor y que se puede meter a competir con los más grandes. El equipo de Rafael Puente del Río tiene un proyecto muy interesante, digno de seguir en las siguientes campañas.
El Monterrey venció en los dos partidos al actual campeón, Santos. Los de la Laguna decepcionaron totalmente a su afición, ya que habían jugado una gran fase regular, y las expectativas de este conjunto eran mucho mayores a no poder anotar un solo gol en la Liguilla. Rayados acertó y aprovechó las circunstancias, pero tendrá que ser más detallista con el Cruz Azul, ya que la máquina no ha acostumbrado errar mucho esta campaña.
El América partía como amplio favorito, y tras ser empatado en el último minuto por Alexis Vega para darle vida al Toluca llegaría al Azteca con la ventaja del gol de visitante y la posición en la tabla, cuestión que se complicó, ya que tras ir ganando 3-0 y con un hombre más Toluca tuvo a las Águilas contra las cuerdas, pues anotaron William y Sambueza (ambos ex americanistas) para dejar al Toluca a un solo gol de clasificarse. Si el América quiere ser considerado un candidato más serio, deberá aprender a controlar el final de sus partidos para no sufrir ningún susto.
Pumas venció justamente a un Tigres que ya no demuestra el hambre ni la ambición para ganar como lo hacía antes, y los capitalinos, aunque parecen ser el equipo más débil, se pueden convertir en el más peligroso gracias al momento anímico que están viviendo.
Eran dieciocho, 17 semanas después eran simplemente 8. Hoy quedan 4 solamente peleando por el título del Apertura 2018, y tras ya haber visto 19 partidos de cada equipo, aún no hay un claro favorito.
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