Noches mágicas
- Alejandro Castillo
- 9 nov 2018
- 3 Min. de lectura
La Liga de Campeones de la UEFA es el mejor torneo de fútbol a nivel clubes del mundo. Se han vivido en los últimos años increíbles partidos de fútbol que quedarán por siempre en nuestra memoria. La remontada del Barcelona al PSG, el día que el Chelsea eliminó a una de las mejores plantillas de la historia, o la final de Lisboa que Ramos llevó a tiempo extra en el minuto 93. En fin, una gran cantidad de partidos que nos dejan con ganas de ver más fútbol, y gritar más goles.
Ayer en Turín sería una noche importante: Cristiano Ronaldo jugaría su primer partido de Champions en Juventus Stadium con la Vecchia Signora y nada menos que contra el equipo que lo catapultó a ser la estrella que es hoy.
El Manchester United pasa por un momento difícil, ya que los rumores de que José Mourinho llegue al Real Madrid cada vez son mayores, y la relación de este mismo con el francés Paul Pogba tampoco es la más amena en el fútbol europeo.
El primer tiempo fue muy intenso con un Manchester United en los primeros 10 minutos jugándole al tú por tú a la Juventus. Conforme avanzaba el juego la Juventus mostraba más argumentos que los ‘Red Devils’ para llevarse el encuentro. Aunque el primer tiempo terminó sin goles, el equipo italiano generó mucho más que el Manchester United. Khedira estrelló el balón en el poste en una ocasión y David de Gea tuvo una intervención muy importante tras un disparo de Cuadrado.
El Manchester United estaba sobreviviendo a las balas de la Juve. Al inicio del segundo tiempo, Mourinho repitió la fórmula y seguía tratando de igualar el nivel futbolístico de su rival, hasta que en una ocasión Paulo Dybala reventó el travesaño, y Mourinho empezó a detectar y a descifrar que no estaba jugando de manera correcta. Empezó a dejar espacios y los centrales perdían muchos balones por la espalda, y en una ocasión tenía que venir: Leo Bonucci filtra un pase de 40 metros que Ronaldo mide, y de primera intención y de bolea coloca el empeine para que el balón acabe dentro de la portería. Un gol con el sello de CR7, un gol que demostraba fútbol y que adelantaba al único equipo que no había recibido gol en este torneo.
Al 76 entraba al campo Juan Mata, un jugador de la confianza de Mou, que jugó con él en Stamford Bridge, y ahora en las riendas del equipo rojo.

Al 88 vendría una falta sobre Paul Pogba al borde del área. Juan, daría un toque suave que entraría en el segundo poste de Szczesny y empataría el juego. Mucho furor y decepción por parte de los jugadores de Juventus, ya que tras dominar todo el juego, se los empatarían al final de juego con una jugada a balón parado. Pero eso no sería todo. Al 90 el ManU tendría otra jugada a balón parado que tras serie de rebotes, acabaría entrando a la red como un autogol de Alex Sandro.
Pasarían 4 minutos y el partido culminaría.
Esto pasa en el fútbol y es lo bello de este deporte. La Juventus llegó y le apedreó el rancho a los ‘Diablos Rojos’ pero el equipo inglés aprovechó las dos oportunidades más claras que tuvo.
Mourinho entró al campo y generó polémica haciendo un gesto como que no oía a la afición de Turín. Bonucci y Dybala fueron a reclamarle y Mou fue agredido verbalmente por los jugadores bajo el mando de Massimiliano Allegri. Cristiano Ronaldo se encontraba frustrado tras una remontada épica. Otra vez y como cada dos semanas, se nos presentó una noche mágica.
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